viernes, 11 de noviembre de 2011

EL VALOR DE UNA PERSONA

El valor de una persona se puede contemplar en el concepto que cada quien tiene de sí mismo y lo proyecta en los demás; en la coherencia y sintonía de su pensar, sentir y actuar; en la capacidad que tiene de perdonarse, exigirse aprender algo nuevo y dar cada día un pasó más para avanzar hacia su ideal... En la capacidad de entregarse sin pretender violentarse, ni permitir que alguien le arrebate su amor propio y su paz. El valor de una persona está en los límites que se pone y los que impone a los demás, para cuidar lo más sagrado que sabe en su ser hay... Una persona que sabe lo que vale, lo da todo de sí misma sin experimentar vaciedad, porque no pretende dar más de lo que puede, ni mucho menos lo que no tiene, porque su afán no es agradar... El valor de una persona está en el respeto que se tiene y lo manifiesta haciéndose respetar; no necesita que la usen, ni que le den aprobación, para defender su dignidad... El valor de una persona se percibe en la comprensión y amor que se ofrece cuando se aprende a perdonar, sabe distinguir claramente la diferencia que existe entre ser humilde o humillarse, ser manso y no menso, ser sencillo y no sentirse menos... Una persona que vale, no tiene necesidad de compararse con nadie, porque las comparaciones siempre hacen que uno se sienta menos o más, ninguno de los dos sentimientos son sanos, ni son los que miden el valor que en una persona hay. Uno aprende a valorarse, cuando no se regala al otro, ni es camino fácil, y sobre todo cuando claramente sabe, lo que realmente le hace bien o le hace mal... Las personas que se engañan a sí misma y pretenden engañar a los demás, no se valoran a sí misma, ni se hacen valorar... Una persona es una persona, sin importar su tamaño, su raza, peso y color, su origen o religión...

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