sábado, 15 de octubre de 2011

"DIEZ MANERAS DE NUTRIR TU VIDA ESPIRITUAL"

 
DIEZ MANERAS DE NUTRIR TU VIDA ESPIRITUAL.
DEEPAK CHOPRA.
La Intención es el punto de inicio de cualquier sendero 
espiritual. La Intención incluye voluntad, propósito, aspiración 
y la más elevada visión. Si tú diriges tu intención hacia Dios, 
el espíritu crece. Si tú diriges ti intención hacia la existencia 
material, será esa la que crecerá. Una vez que tú plantas la 
semilla de una intención, el viaje de tu Alma se desenvolverá 
automáticamente. Aquí presentamos varias intenciones 
básicas que marcan una vida espiritual. 
 Yo quiero sentir la Presencia de Dios. Esta intención 
está enraizada en la incomodidad de estar aislado y 
separado. Tú puedes enmascarar tal malestar al 
desarrollar amistades y vínculos familiares. Sin embargo, 
cada uno de nosotros necesita experimentar una 
sensación  de paz y plenitud interior. 
 Yo quiero que Dios me ayude y me apoye. 
La Presencia de Dios trae consigo las cualidades del 
espíritu. En la Fuente, cada cualidad, amor, inteligencia, 
verdad, habilidad organizadora, creatividad, se vuelve 
infinita. El crecimiento de estas cosas en tu vida es una 
señal de que te estás acercando más a tu Alma. 
 Yo quiero sentirme conectado al Todo. 
El viaje del Alma lleva a una persona de un estado 
fragmentado, a  uno de totalidad. Los eventos comienzan 
a tejer un modelo. Los pequeños detalles se acoplan 
juntos en lugar de estar dispersos y al azar. 
 Yo quiero que mi vida tenga significado.
 La Existencia siente el vacío en la separación.
 Esto se sanará, sólo al avanzar hacia la unidad
 con Dios. En lugar de dirigirte al mundo externo para 
encontrar tu propósito, tú sientes que el sólo estar aquí,
 tal como estás, es el más elevado propósito en la creación. 
Yo quiero estar libre de restricciones.
 La Libertad Interior está grandemente comprometida 
cuando existe el miedo y, el miedo es un resultado 
natural de la separación. Mientras más te acerques a
 tu Alma, las viejas limitaciones y las defensas, 
comienzan a desaparecer.
Si estas básicas intenciones están presentes dentro de 
tí, Dios toma la responsabilidad de expresarlas. 
Todo lo demás que tú hagas es secundario. 
Sin embargo, aún así, puedes ejercer una gran
 influencia por medio de tu conducta diaria.
Aquí están las reglas fundamentales para la vida espiritual 
que han probado ser efectivas para mí personalmente y 
que siento, trabajarán para muchas personas.
1. CONOCE TUS INTENCIONES.- 
 No permitas que tus falsas intenciones permanezcan
 enmascaradas. Sácalas de raíz y trabaja con la ira 
el miedo que te mantiene atado a ellas.
 Las falsas intenciones asumen la forma de 
deseos culposos: Yo quiero que alguien fracase,
 yo quiero vengarme, yo quiero que la gente mala
 sea castigada, yo quiero obtener algo sin poner lo 
mío en peligro. Las falsas intenciones pueden ser elusivas; 
notarás su existencia por el sentimiento que te conecta
 con ellas, un sentimiento de miedo, de codicia, de rabia, de 
desesperación, de debilidad. Primero experimenta el 
sentimiento, después niégate a quedártelo y luego, 
permanece alerta hasta que encuentres la intención que 
se esconde debajo.
2. ESTABLECE TUS INTENCIONES ELEVADAS.- 
Ten la intención de ser un Santo o un Hacedor de Milagros. 
¿Por qué no? Si tú sabes que la meta del crecimiento 
interior es adquirir Maestría, entonces, pide que esa Maestría se 
exprese tan pronto como sea posible. No te esfuerces 
por producir milagros, pero no te resistas a ellos 
tampoco. El comienzo de la Maestría es Visión: ver 
milagros alrededor de ti, eso hará más fácil que milagros 
más grandes comiencen a aparecer.
3. VETE A TI MISMO EN LA LUZ.- 
El Ego mantiene su dominio al hacernos sentir necesitados 
y sin fuerzas. De esta sensación de pérdida, crece un 
ansia de adquirir todo lo que vemos. Dinero, poder, sexo
 y placer, se supone que llenen el vacío, pero no lo llenan. 
Tú puedes escaparte de este paquete de ilusión,
 únicamente si no te ves a ti mismo en la sombra luchando 
por alcanzar a Dios, sino que te veas en la Luz desde 
el primer momento.
 La única diferencia entre tú y un santo, es que tu luz es pequeña 
y la de un santo es grande. Ustedes son ambos de la Luz.
4. VER A TODOS LOS DEMAS EN LA LUZ.-
 La manera más barata de sentirte bien tú mismo, 
es al sentirte superior a las demás personas.
 De esta pequeña semilla, crece toda forma de juicio. 
Una simple forma puede ayudarte aquí. 
Cuando estés tentado a juzgar a otro ser humano,
 sin importar cuán obviamente él o ella lo merezca, 
recuérdate a ti mismo que cada uno está haciendo lo
 mejor que puede, desde su propio nivel de consciencia.
5. REFUERZA TUS INTENCIONES TODOS LOS DIAS.- 
La vida diaria es un tipo de remolino de caos y el ego está 
firmemente enraizado en sus demandas. Necesitas 
recordarte a ti mismo desde el inicio hasta el final del 
día, tu propósito espiritual. A algunas personas, les 
ayuda el escribir sus intenciones; a otras les son útiles, 
períodos regulares de meditación y oración. Encuentra tu 
centro; interiorízate y no dejes ir tu intención hasta que 
la sientas centrada dentro de ti.
6. APRENDE A PERDONARTE A TI MISMO.- 
Todos nosotros caemos en trampas de autosuficiencia e 
ilusión cuando menos lo esperamos.
 Los hechos demuestran, que lastimar a alguien,
 que el mentir deliberadamente y la irresistible 
necesidad de hacer trampa, son universales. 
Perdónate a ti mismo por estar donde estás. Aplícate a ti 
mismo la misma regla que aplicas para los demás: tú 
estás haciendo lo mejor que puedes, desde tu propio 
nivel de consciencia.. (Me gusta recordar la definición de 
un Maestro, del discípulo perfecto: "Uno que siempre 
está tropezando, pero que nunca se cae".
7. APRENDE A DEJAR IR.- 
La Paradoja de ser espiritual es, que siempre estás equivocado 
y acertado al mismo tiempo. La vida es cambio;
 debes estar preparado para dejar ir tus creencias, 
tus pensamientos y tus acciones de hoy, 
independientemente de cuan espiritual te hagan sentir.
 Cada nivel de crecimiento interno es bueno. 
Todos están alimentados por Dios.
8. REVERENCIA LO QUE ES SAGRADO.- 
Nuestra sociedad nos enseña a ser escépticos de lo sagrado. 
Pero cada santo es tu futuro y cada Maestro está buscándote 
entre la multitud para que te unas con él. 
Los representantes humanos de Dios,
 constituyen un tesoro infinito. Profundizar 
dentro de este tesoro, te ayudará a abrir tu corazón.
9. PERMITE QUE DIOS SE HAGA CARGO.-
 La mayoría de las personas son adictas a preocuparse,
 a controlar, a dominar y a la falta de fe. 
Resiste la tentación de seguir estas tendencias.
 No escuches la voz que te dice que tienes que tener todo
 bajo control y, que la constante vigilancia es la única 
manera de conseguir que las cosas sean hechas. 
Deja que el Espíritu intente un nuevo camino. 
Tu Intención, es la herramienta más poderosa que tienes
 a disposición. Haz todo lo posible porque todo salga 
como es debido y, luego, suéltate y permite que
 las oportunidades vengan a tu encuentro.
 El resultado que tan forzosamente estás buscando, 
puede que no sea tan bueno para ti, como aquel que te
 llegue naturalmente. Si pudieras darle a Dios el uno 
por ciento de tu vida diariamente, serías la persona 
más iluminada del mundo en un lapso de tres meses.
 Mantén esto en tu mente y entrega algo, cualquier cosa, cada día.
10. ABRAZA LO DESCONOCIDO.- 
A través de los años ha formado preferencias y aversiones; 
haz aprendido a aceptar ciertos límites. Nada de esto es 
tu verdadero  Ser. Lo desconocido te está esperando.
 Un desconocimiento que nada tiene que ver con el "yo" 
que tú ya conoces. Algunas personas alcanzan el borde 
de la ilusión solamente, a la hora de la muerte y entonces, 
con una larga mirada hacia atrás, toda una vida parece
 increíblemente corta y transitoria.  La parte de nosotros
 que conocemos, es la parte que nos hace ver todo 
demasiado rápido. Cuando sientas un nuevo impulso, 
un pensamiento elevador, una visión interior que nunca
 hayas tenido antes, abraza lo desconocido. Cuídalo tan
 tiernamente como a un bebé recién nacido. 
Dios vive en lo desconocido y cuando tú lo abraces plenamente, 
serás libre.
My Criztal

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