viernes, 27 de mayo de 2011

"NO TE DESTRUYAS"





No te empecines. La obsesión sólo sirve para consumir tus facul­tades. El pensamiento es útil si lo ubicas en su sitio, si no exageras su uso. En el fondo, el pensamiento reiterativo no es otra cosa que la manifestación de la impaciencia. No pensar y dejar la mente en blan­co es muy difícil, porque cuanto más intentamos desechar un pensa­miento, más se fortalece. El pensamiento se vuelve importante, se engrandece. Es una de las tantas paradojas de la mente.
Si te pidiera que no pensaras en un oso blanco, el esfuerzo por no pensar en él haría que tu sistema de procesamiento de la información se impregna­ra de osos blancos. En muchas ocasiones, no querer pensar lleva a pensar más. A veces, es mejor la distracción, la inatención sin tanto esfuerzo, mirar para otro lado, comprender que el pensamiento reiterativo no es saludable.

Walter Riso - Pensar bien, sentirse mejor



No creo que necesites un curso especial para dejar de destruirte, si en verdad quieres pensar bien. Si metes el dedo en el enchufe y recibes una fuerte descarga eléctrica, ¿necesitarías una explicación teórica del efecto de la corriente eléctrica sobre tu organismo para no volver a hacerlo o un listado de ventajas y desventajas? El impacto te conver­tiría automáticamente en un experto en electricidad.
Mira las cosas como son. Pragmatismo puro.
Rumiar enferma, no genera soluciones significativas, te cuestiona innecesariamente y se con­vierte en una pesadilla para la gente que te rodea. Me pregunto: ¿no son suficientes motivos para hacerla a un lado?

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